ÁNGELES Y HADAS

 

ALAS DE SEDA

Amanecía sobre las montañas

Y un tono rojo fuego

Como una cascada imparable

Las bañaba

 

Los árboles de altura agitaban sus ramas

Y los arbustos

Buscaban entre los claros

Los cálidos rayos de la mañana

 

Ya danzaban los pájaros

que rompían el silencio

Con alegres cantos

mientras

 los linces miraban solemnemente

Amanecer desde los páramos

 

Yo me acerqué a la fuente

Y escuché cantar al agua

Que salpicaba con destellos

De oro y plata

Acogiendo los rayos de sol

Que luego me regalaba

 

Entonces sobre la roca

De donde sale el agua como cascada

Apareció halas de seda

Y me miraba

 

No conoce la voz ni la palabra

No conoce el frío

Ni come ni bebe ni habla

Por eso no se como se llama

 

Por eso desde aquel día

Es alas de seda

En honor a su sutil elegancia

 Y delicadeza

 

Me invitaba a subir

Sobre la roca alzada

Con su mano pálida y delgada

Sus ojos transparentes y sus alas blancas

 

Blancas como la nieve

De las montañas

Y finas como la seda

Que acaricia la mañana

 

Rocé aquel ángel

 como en un sueño

y me regaló una mirada

que todo lo convierte en nuevo

 

Alas de seda me transportó

Y me ofreció un cesto para que yo esparciera

Sobre la superficie de aquellos campos

Polvo de estrellas

 

Y con mimo y gozo yo lo lanzaba

Aquí, allí

Y en todos los lugares

A los que me llevaba                                       

                                         

Pero los hombres                                           

Tal cual yo misma hacía

No miraban al cielo

Ni lo veían

 

Y el polvo de estrellas

Se disipaba

Sin que nadie pudiera verlo

Con tantas almas

Que lo necesitaban.

María Hoyo Sequí

 

 

EL ÁNGEL BLANCO

 

El ángel blanco dormía

Durante largo tiempo

Dormía el sueño de la espera

Al resguardo

En un lugar sagrado

El ángel blanco dormía

Esperando una señal

Para ofrecerme alegría

Esperanza

Inmensidad...

desde su sueño me hablaba

en la brisa y en las flores

en la mañana

en los niños y las gentes

en las canciones

en cada gota de lluvia

en cada soplo de viento

y en cada voz

o silencio

Pero yo no le escuchaba

Tenía muchos quehaceres

Cosas de gran importancia

Trabajar para ganar dinero

Fregar y limpiar la casa

Cocinar

Comprar y hablar por teléfono

Escribir, el huerto

los amigos o vecinos

los compañeros...

El ángel blanco esperaba

Con su infinita paciencia

Esperó y esperó

Hasta que comprendí

Que en mi vivían carencias

Que faltaba completarme

Que tan solo era a medias

Y aún no sabiendo porqué

Descubrí que yo

No era tan solo lo que creía ser

Y el ángel se despertó

Y comenzó a desplegar

Sus alas de luz y amor

Su dulzura y su bondad

Y un día

Un día muy especial

El ángel apareció

Y me miró con ojos de cielo

Y me rozó con mirada de agua

Y me habló con voz de viento

 me removió en lo más profundo

Y me regaló  la luz del alba

Y puso en mis manos todo aquello

Que yo buscaba

Y en mi corazón

Descubrí su cascada blanca

Y el abrazo de su amor

Abrazo de inmensas alas

Que abarca mundos y gentes

Universos y galaxias

Y ya no tengo miedo

De vivir ni de morir

Ya no tengo miedo

De gozar ni de sufrir

Ya todo cambió de color

Porque el siempre está ahí

El ángel blanco no habla

Pero  dice mucho

Cuando mi voz calla

Con su presencia silenciosa

Enriquece cuerpo y alma

Y me lleva de su mano

más allá de la palabras

Y dice de comprensiones

Que la materia no alcanza

Desde su llegada

Ya todo es nuevo

Cada mirada o palabra

Cada sueño o pensamiento

Todo lo arropa

Y baña con su destello

Y por las cosas pasadas

Los errores o daños hechos

El ángel reza y canta

sanando

Desde sus silencios

María Hoyo Sequí